CORRUPCIÓN EN LAS PRUEBAS DE MAESTROS

Integrantes de la disidencia magisterial en la sesión 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) denunciaron que las pruebas del  Examen Nacional para la Actualización de los Maestros en Servicio (ENAMS), que presentaron los docentes de educación básica los dos últimos fines de semana, fueron vendidas hasta en mil 500 pesos a los profesores que integran el grupo político encabezado por la lidereza, Elba Esther Gordillo Morales.

La denuncia hecha por los disidentes no puede extrañar a nadie porque desgraciadamente es una réplica de muchas otras hechas en el país. En todo caso, es frustrante enterarse de estas noticias, pues confirman que de nada sirven los mecanismos de evaluación ni los compromisos de la organización gremial por eliminar las prácticas corruptas y superar las inercias viciosas que caracterizan al sistema de enseñanza en México.

Muchas veces se ha dicho que el SNTE es el principal lastre para la educación en el país, pero el magisterio oficial se ha defendido diciendo que su aportación es valiosa e importante. Es momento de que el sindicato demuestre en los hechos sus palabras y se inicie cuanto antes una investigación para determinar si efectivamente hubo venta de pruebas a los maestros y en seguida castigar con todo rigor a los culpables de ese expendio y a los compradores, pues tan culpables son unos como otros.

El SNTE tiene un compromiso con la nación que no puede quedar escamoteado o sujeto a los intereses políticos y partidistas de sus cúpulas. La responsabilidad de educar es por mucho superior a cualquier apetito electorero.

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