Convenio SEP-OCDE

 

Convenio SEP-OCDE

             

Paz Fernández Cueto
13 Mar. 09

La OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Educación Pública, han establecido un acuerdo de cooperación en apoyo a la calidad de la educación en México. La OCDE es un organismo internacional cuyos 30 países miembros, de los cuales México es parte, analizan e intercambian experiencias sobre temas de interés común, identificando las prácticas más exitosas dentro de una amplia gama de políticas públicas. Como parte de esta colaboración, la OCDE convocó en días pasados, en su sede central de París, a un grupo de trabajo integrado por funcionarios de gobierno, representantes del SNTE y académicos, al que algunos representantes de asociaciones civiles tuvimos la suerte de asistir.
La presencia de Josefina Vázquez Mota y de Elba Esther Gordillo pareciera obvia, sin embargo, ambas cancelaron su asistencia, seguramente por implicaciones políticas en torno a la Alianza por la Calidad en la Educación, siendo una lástima el que no hubieran presidido tan importante evento diseñado por la OCDE para analizar la situación concreta de la educación en México. El doctor Jorge Santibáñez presidió a nombre de la SEP, no habiendo habido representación del sindicato. Fue muy relevante la asistencia de directivos de educación de estados tan diversos en retos y problemáticas como Baja California, Chiapas, Coahuila, Distrito Federal, Jalisco y Oaxaca, quienes enriquecieron enormemente la participación, dada la diversidad cultural de sus estados. No es lo mismo evaluar bajo los mismos parámetros a niños del estado de Jalisco que a alumnos de comunidades dispersas de la Sierra de Oaxaca, en donde el 42 por ciento habla lenguas indígenas. ¿Serán las mismas capacidades las que tendrán que desarrollar los niños de la Ciudad de México que los de Chiapas? La educación no es un asunto abstracto, proporciona armas y escudos para enfrentarse a la vida en circunstancias específicas muy concretas.
Da orgullo que sea un mexicano, José Ángel Gurría, quien presida la OCDE con todo el reconocimiento internacional, poniendo el nombre de nuestro país muy en alto. De entrada nos aclaró que la OCDE no está para evaluar a nadie, sino para ayudar a que cada país se evalúe a sí mismo para mejorar. Cada país sabe o cree saber lo que tiene que hacer, pero ayuda mucho conocer lo que están haciendo otros países y los resultados obtenidos. Si a Finlandia, que ocupa el primer lugar entre 57 países evaluados en la prueba PISA, le interesa mejorar, ¿cómo nos debería interesar en México saber cómo le han hecho países como Corea, España o Polonia?, ésta última ascendió ocho lugares en ocho años. Seguramente algo hicieron diferente, pero también algo hicieron mejor. En México hay que avanzar estado por estado, somos una Federación de estados autónomos con problemas muy específicos y así hay que entenderlo.
La educación es uno de los temas más importantes para la OCDE por ser ésta una organización de convergencia. Se trata que los países más atrasados se emparejen al menos con el promedio. De ahí la necesidad de impulsar a México, que ocupó el treintavo lugar entre los 30 países parte que fueron evaluados. Tenemos que perder el miedo a vernos en el espejo y aceptar la diferencia abismal que existe con otros países, misma que no se está acortando. Y aunque las evaluaciones de la prueba Enlace salieron mejor este año que el año pasado, lo más importante es estar conscientes que otros países se están moviendo más rápido y de que no hay tiempo que perder.
El tema es la calidad de la educación, y aquí surgen cuestiones importantísimas que contempla la Alianza, como es el tema de la evaluación que compete de igual manera a alumnos que a maestros. Educación que no se evalúa está destinada a la mediocridad, educación que no se evalúa no mejora, aunque habrá que encontrar formas más equitativas de evaluar. La profesionalización y actualización de los maestros resulta también indispensable, así como uno de los temas centrales del acuerdo de cooperación SEP-OCDE: el liderazgo escolar que fomenta la participación social en la educación, incluyendo la de los padres de familia.
En esta tarea que no es fácil, hemos dado el primer paso: evaluación, autocrítica, participación y experiencia internacional. Falta seguir venciendo burocracias institucionales internas, resistencias sindicales e intereses particulares, dejando a un lado cualquier intento de ideologización.
No hay que desperdiciar una buena crisis sino aprovecharla para tomar las decisiones de cambio. En educación es el momento oportuno para redescubrir el rumbo.
Correo electrónico: pazcueto@avantel.net

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