El movimiento magisterial de 1989

Gerardo Peláez Ramos

CONSIDERANDO LAS CONQUISTAS económicas y sindicales alcanzadas, los golpes propinados al vanguardismo, la extensión territorial abarcada, el número de secciones sindicales involucradas, la cantidad de trabajadores participantes, los métodos de lucha utilizados, la solidaridad generada y el impacto sobre el conjunto de los asalariados y la sociedad, tendrá que concluirse que el movimiento magisterial de 1989 es el movimiento más grande e importante en toda la historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado. (1)

Antes, durante y después de la realización del XV Congreso Nacional Ordinario del SNTE se vino desarrollando una creciente movilización de los maestros y empleados de enseñanza primaria y secundaria, así como de la Universidad Pedagógica Nacional y otras dependencias de la Secretaría de Educación Pública. Las demandas que enarbolaban se resumían en dos puntos fundamentales: aumento  salarial de 100 por ciento y democracia sindical.
Los burócratas vanguardistas no entendieron lo que sucedía y quisieron enfrentar la movilización en ascenso con los métodos tradicionales. Es más, llegaron a vanagloriarse de haber celebrado un congreso nacional sin la participación de ninguna fuerza opositora, como si este proceder fuera motivo de orgullo.
La respuesta de los maestros y otros trabajadores de la SEP no se hizo esperar. El 15 de febrero se realizó un combativo paro de labores en diversas partes del país, con una gran participación de los educadores del Distrito Federal y el Valle de México. La paralización de actividades fue acompañada de una marcha monstruo que cubrió materialmente el Zócalo de la capital federal.
El contenido de la lucha –económico y político-sindical– encajaba a la perfección en la consigna coreada por miles de gargantas en múltiples ocasiones: “¡Escuela por escuela, zona por zona, el maestro exige a diario democracia y más salario!”
Los  días  22  y  23  de febrero cientos de miles de maestros –sobre todo del DF y del Valle de México– volvieron a paralizar las labores. El 22, llevaron a cabo una gigantesca manifestación como no se veía en la capital desde los años 1956-1960, es decir, como las grandes demostraciones del ascenso magisterial y obrero que condujo a la democratización de la Sección IX del SNTE y del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana. El paro fue reprobado por la SEP.
Con justeza, el Congreso Democrático de Representantes de Escuela de la Sección IX del SNTE discernía:

La jornada de lucha convocada por el movimiento de maestros democráticos de la Sección 9 del SNTE resultó un  éxito. El paro de labores alcanzó a más del 95% de los trabajadores de la educación de las secciones 9, 10 y 11. A este paro se sumaron los maestros de Oaxaca, Chiapas,  Estado de México y varios más. A la marcha y al plantón en el Zócalo asistieron más de 150 mil trabajadores de la educación. (2)

La lucha y organización de los trabajadores de la enseñanza en el DF y el Valle de México, que se agrupan en las secciones IX, X, XI y XXXVI del SNTE, tendieron a crecer, a fortalecerse y a englobar a nuevos núcleos y centros de trabajo. Las asambleas de escuela, de delegaciones y de representantes proliferaron, el volanteo avanzó y se procesaron otras medidas, como la realización de congresos y asambleas democráticos.
La importancia de tales acontecimientos en el gremio magisterial era innegable. El movimiento tenía como escenario el centro neurálgico del SNTE, el DF y el Valle de México, esto es, al centro de la vida económica, política y cultural de toda la nación. Con  esto quedaba demostrado que Vanguardia Revolucionaria estaba viviendo horas extras y que el fin del imperio sindical de Carlos Jonguitud Barrios se acercaba inevitablemente.
Entre las fuerzas de la burocracia sindical, parece ser que la corriente  que  mejor comprendió la magnitud de la agitación social –aunque no sus causas y su proyección– fue el Partido Popular Socialista. Ciertamente, este partido planteaba con horror:

…fuerzas de provocación dentro de la organización sindical de maestros, que se distinguen por ser enemigos de la unidad y la autonomía sindicales, aprovechando los errores de muchos dirigentes del SNTE, y apoyándose en elementos del poder público contrarios al sindicato, han desgastado a la organización magisterial al conducir a miles de miembros a enfrentamientos infecundos, a posiciones irreductibles, al desaliento en las luchas sindicales y a una atmósfera de tensión en momentos en que es vital para el movimiento revolucionario del país la más elevada cohesión del movimiento sindical.
Ante este panorama, se viene ubicando paso a paso una nueva corriente dentro del SNTE, evidentemente apoyada por fuerzas externas al sindicato, que a pesar de que plantea la táctica justa de luchar dentro del sindicato  para democratizarlo, en su propósito de desbancar a los dirigentes actuales –a los que considera ilegítimos y desligados de la base–, en la práctica están construyendo rápidamente una organización paralela que al mismo tiempo que desconoce el XV Congreso Nacional Ordinario –y en consecuencia a los órganos directivos electos en el mismo–, presenta demandas a diferentes autoridades y exige de éstas su intervención para democratizar al sindicato, y se prevé pronto demandará de las mismas el reconocimiento a los órganos directivos que designarán en un llamado congreso, organizado con la pretensión de escindir como nunca antes las filas del sindicato magisterial. (3)

El movimiento iba in crescendo. Para el 3 de marzo un diario llegó a publicar en un editorial:

…No se trata ya sólo de la antigua disidencia que milita en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sino de secciones enteras del sindicato mismo que, desprendiéndose de una antigua sumisión, se  han sumado a un amplísimo movimiento oposicionista, cuyas manifestaciones visibles son un paro de dos días y movilizaciones masivas a escala nacional. Esos hechos, que son del dominio público, revelan incontrastablemente que el magisterio del país reclama cambios profundos en cuanto a su estructura sindical y en cuanto a la política educativa, incluida en ésta lo referente a salarios y condiciones de trabajo… (4)

En esa fecha tuvo verificativo una reunión de maestros democráticos con Luis Ortiz Monasterio, director de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, para tratar de liberar a profesores presos en Oaxaca y Chiapas, obtener audiencias con autoridades de la Secretaría de Programación y Presupuesto y la SEP, y realizar gestiones ante el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE para definir la situación de las secciones del DF. Por el momento, no hubo respuesta.
El 5 de marzo, la CNTE acordó en su asamblea nacional efectuar un paro nacional el 7 de marzo en demanda del 100 por ciento de incremento salarial y democracia sindical. En un documento señalaba:

Hoy el control que durante 17 años mantuvo VR ha sido roto por el empuje de un auténtico movimiento democrático independiente y representativo, surgido de las bases trabajadoras que reclaman su derecho a nombrar a sus auténticos representantes y que hemos conquistado en diversas secciones del país miles de comités delegacionales, secciones democráticas y en la pasada contienda de congresos seccionales logramos mayoría en las secciones IX, X, XI del DF, XXII de Oaxaca y VII y XL de Chiapas, mismos que al no poder Vanguardia demostrar su mayoría, suspendió los eventos sindicales, cambió de sedes los congresos, se negó a realizarlos e impuso comités espurios… (5)

El día 6 ocurrió uno de los fenómenos de mayor relieve en el ascenso magisterial de 1989: el apoyo de los directores e inspectores a la lucha de los trabajadores, y, es más, su incorporación a la misma; en una carta a Manuel Bartlett indicaban con toda precisión:

1. Los directivos de escuelas secundarias generales, diurnas y para trabajadores y jefes de enseñanza del DF otorgamos nuestro más absoluto y total apoyo a las justas demandas de incremento salarial del 100% y democratización sindical que públicamente han planteado nuestros  compañeros maestros.
2. Que los directores de escuelas secundarias no aceptamos convertirnos en represores de nuestros hermanos de clase, cuya lucha es nuestra lucha para tener una vida digna y decorosa, por lo que no levantaremos actas administrativas o de otra índole en contra de los maestros de las escuelas que dirigimos en donde suspendan o hayan suspendido labores.
4. Nosotros mismos, los directivos, nos sumaremos a los paros, permaneciendo en nuestros centros de trabajo. (6)

Como lo había programado la CNTE, el 7 de marzo tuvo lugar un paro nacional en el cual participaron trabajadores de la enseñanza del DF, Valle de México, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Morelos y de otras 21 entidades. En la capital de la República, arribó al Zócalo una manifestación de 150 mil trabajadores, padres de familia y alumnos. Los contingentes de la Sección IX partieron de la Escuela Nacional de Maestros, las estaciones del metro Xola, Lázaro Cárdenas y Villa de Cortés; los de la Sección X del Ángel de la Independencia, y los de la Sección XI del monumento a la Revolución. En el acto hubo representaciones de varios estados.
La amplitud del movimiento quedaba constatada con un dato sobremanera ilustrativo: la participación destacada y masiva de las educadoras, directores e inspectores.
Para dificultar el desarrollo de la lucha, un día antes las autoridades quisieron amedrentar a los profesores y a algunos líderes con la amenaza de ser reprimidos.
Ante la intransigencia del gobierno y los bonzos sindicales, comenzó a germinar y a extenderse la idea de llegar al paro nacional indefinido, y se mencionó como posible fecha el 10 de abril.
La solidaridad de las organizaciones sindicales independientes, los partidos políticos de oposición y otras agrupaciones, con el desenvolvimiento de la movilización magisterial comenzó a expresarse y generalizarse.
La asamblea nacional del magisterio democrático se llevó a cabo el 12 de marzo, en el local del Partido de la Revolución Socialista de la Ciudad de México. Asistieron alrededor de 150 representantes del DF, Valle de México, Valle de Toluca, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Tlaxcala, Morelos, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Veracruz, Aguascalientes, Jalisco y otros estados. La reunión tomó un acuerdo histórico: iniciar el paro indefinido el 17 de abril próximo.
El Congreso Democrático de la Sección X del SNTE desarrolló sus trabajos los días 20 y 21 de marzo, y aprobó resoluciones avanzadas, entre ellas la de incorporarse al paro nacional a partir del 17 de abril.
Frente a los ofrecimientos patronales, el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de la Sección IX del SNTE respondió:

El anuncio del salario profesional magisterial no es una respuesta, sino una promesa…
…la SEP comunicó el establecimiento de la “carrera magisterial” a partir del año próximo. Esto tampoco es una respuesta satisfactoria al magisterio democrático,  sino una agresión. Tal medida no es otra cosa que implementar el Servicio Civil de Carrera en el magisterio, que en el IPN [Instituto Politécnico Nacional] se conoció como “homologación” y en primarias y secundarias se llamó “Esquema de Educación Básica”.
…Con la “carrera magisterial”, se busca establecer un sistema de niveles salariales, de premios y compensaciones económicas que aumenten la competencia individual en el trabajo. En el tratamiento individual y no sindicalizado del trabajador…
Ante el inminente paro indefinido, “Vanguardia Revolucionaria” nos ha llamado a platicar. En las tres entrevistas sostenidas con el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, no hemos obtenido una respuesta concreta a nuestra exigencia de que se emita la convocatoria para la elección de comités delegacionales y la celebración de un Congreso Seccional extraordinario. (7)

Se realizó una asamblea nacional extraordinaria de la CNTE el 9 de abril, para afinar los preparativos del paro nacional de actividades y la Jornada Nacional de Lucha. En la base, el estado de ánimo se caldeaba, y en la dirección los pasos organizativos necesarios se daban con seguridad y confianza.
El día 11, el Bloque de Delegaciones Democráticas de la Sección XI del SNTE celebró una reunión urgente en el Museo Nacional de las Culturas, para analizar y discutir los planteamientos del CEN del sindicato. El 15, en el teatro Jiménez Rueda, el Bloque nuevamente volvió a celebrar una asamblea general representativa. En el país se multiplicaban las juntas magisteriales de distinto tipo.
De cara al ascenso del movimiento magisterial, diversos órganos de prensa y dirigentes obreros defendieron el derecho de los educadores a pelear por mejores salarios y señalaron la necesidad de que el gobierno prescindiera de los servicios políticos de Carlos Jonguitud Barrios.

El paro indefinido

CON GRAN SORPRESA de los agoreros de la calma, del posibilismo paralizante, del “realismo político” y de la política de concertación a toda costa, el movimiento magisterial se desarrolló en oleadas masivas y crecientes. Desde antes del 17 de abril, en las escuelas primarias, jardines de niños, secundarias y centros de otros niveles, fueron colocadas mantas y pancartas que exponían las demandas centrales de los trabajadores de la SEP. En muchos planteles, los paterfamilias se incorporaban a la lucha de los trabajadores de la enseñanza.
Aparte de proliferar las reuniones, en otros lugares del país cientos de miles de maestros participaban en paros de 24 y 48 horas, escalonados e indefinidos. La sociedad mexicana era testigo de la más grande movilización magisterial de la historia.
La capital federal quedó convertida en un enorme escaparate del impacto social del movimiento magisterial: afiches y calcomanías de solidaridad con la lucha de los educadores permanecían en coches, camiones, peseras, casas comerciales, hogares, lotes baldíos y otros sitios públicos y particulares.
La incorporación de los trabajadores a la lucha era desigual y contradictoria. En Oaxaca y Chiapas la intervención era total; en el DF y otras entidades participaba la absoluta mayoría, y en otros estados la movilización era parcial. Ello reflejaba claramente el desarrollo disparejo y zigzagueante de la conciencia, la experiencia y la organización de los trabajadores de la educación. Sin embargo, la lucha se ampliaba y se extendía a nuevos lugares y sectores.
Los responsables del paro magisterial eran el gobierno federal y los charros que dirigían el SNTE. El aumento salarial del 10 por ciento y el ridículo incremento en prestaciones, a la vez que las propuestas sobre la carrera magisterial, en la coyuntura de aguda crisis económica que vivía la sociedad mexicana, constituían una burla y una provocación, que con justeza los trabajadores de la enseñanza rechazaron.
El gobierno de Carlos Salinas de Gortari aplicaba una política educativa antinacional y antipopular. La UNESCO recomienda que se otorgue a la educación el 8 por ciento del producto interno bruto; en nuestro país el porcentaje asignado no llegaba ni a la mitad de esa recomendación. Las consecuencias estaban a la vista: bajos salarios, carencia de buenos planteles, falta de laboratorios y otras limitaciones muy serias en el orden material, que han dado como resultado un descenso marcado en la calidad de la educación.
Aunado a lo anterior, en lugar de encabezar la lucha por las  demandas  más  sentidas  de  los  mentores,  los  líderes del SNTE –ejemplo prototípico de corporativismo– se centraban en las negociaciones cupulares, sin recurrir a la movilización y las medidas de presión de masas; no le abrían espacios a los militantes de la CNTE y de otras fuerzas opositoras; se cerraban a la democracia; e impedían la vida sindical activa. Los efectos eran evidentes: conquistaron a pulso el repudio de sus representados.
La CNTE explicaba en el inicio del paro:

Ante la intransigencia de la SEP y de los charros “vanguardistas” del SNTE para dar respuesta satisfactoria de incremento salarial del 100% y democracia sindical, los trabajadores de la educación determinamos estallar, a partir de hoy 17 de abril, el paro nacional indefinido de labores hasta la solución de nuestras demandas. Llamamos al pueblo en general a unirse y solidarizarse con el movimiento. (8)

Por su parte, el Movimiento Democrático de Trabajadores de la Sección IX del SNTE denunciaba los ofrecimientos patronales en los siguientes términos:

…Percibimos mensualmente un salario base de 317 mil 32 pesos y ante nuestra demanda de aumento salarial de un 100%, la SEP nos da una respuesta del 10%, el cual significa un aumento mensual de 31 mil 703 pesos, menos descuentos, el incremento real es de 27 mil 533 pesos, lo cual representa un aumento diario de 917 pesos. Irrisoria cantidad.
Con respecto a la compensación “asignación docente”, específica del magisterio, con un monto de 30 mil 204 pesos mensuales para la plaza inicial, señalamos: esta compensación no es para todos los trabajadores de la educación; se deja fuera al personal manual y administrativo. Tampoco es para todos los maestros, pues según las tres líneas escalafonarias que plantea la SEP, sólo beneficiaría a la plaza inicial.
Sobre el concepto material didáctico, la cifra dada por la SEP de 15 mil 625 mensuales no es el aumento, sino el valor total que se tendrá. Actualmente percibimos 12 mil 500, por lo que el aumento es de 3 mil 125 pesos mensuales, lo que significa 104 pesos diarios. (9)

En cambio, para la SEP el magisterio estaba en otras condiciones y los ofrecimientos eran elevados:

1. ¿Cuál es realmente el incremento salarial otorgado a los maestros?
En total, un 20 por ciento neto; se inicia así la creación del salario profesional magisterial. Este aumento se otorga por dos vías: un 10 por ciento al salario directo y un 10 por ciento en prestaciones del magisterio, a los profesores de educación básica.
El incremento entrará en vigor el próximo 15 de mayo y se suma al 10 por ciento que fue asignado a todos los trabajadores al servicio del Estado en enero pasado, y el cual se suma al nuevo salario profesional. En conjunto, estos dos aumentos son muy superiores a los que han recibido otros sectores. (10)

La agitación recorrió todo el país, los cabecillas sindicales eran repudiados masivamente y el pueblo se solidarizaba con la lucha de los educadores. El vanguardismo en cosa de días fue aislado, desprestigiado y combatido. Con inteligencia, el Consejo Central de Lucha del Magisterio Morelense decía: “Tenemos a Vanguardia Revolucionaria contra la pared; se está resquebrajando a nivel nacional; por su ineficacia…” (11)

Junto a la lucha general del magisterio, se expresaban otros combates de los socios del SNTE. Así, los días 18 y 19 se efectuó una reunión ordinaria de la Unión Nacional de Delegaciones Sindicales de Institutos Tecnológicos, en Toluca, México, que exigió respuesta al pliego petitorio presentado por la UNDESINTEC ante las autoridades el 24 de enero de 1989, que comprendía incremento salarial, descongelamiento de plazas y promociones para el personal no docente; incorporación al modelo de enseñanza superior al personal preincorporado o con plaza de nivel medio superior, homologación total y automática con el IPN, revisión de reglamento de trabajo, sobresueldo de 100 por ciento por vida cara, y participación directa de la UNDESINTEC en toda negociación relacionada con su problemática.
En el curso de la lucha, la política de hambre y miseria del gobierno priísta era denunciada masivamente. Para el Consejo Central de Lucha del Valle de México “Profr. Misael Núñez Acosta”:

El gobierno, para mediatizar la lucha, anunció de aumento un 10% y algunas prestaciones pero que en conjunto no suma más de 2,000 pesos diarios y sólo para los maestros, dejando a 500,000 (sic) trabajadores administrativos, manuales y técnicos sin percibir ni siquiera esa miseria anunciada. En la prensa, radio y televisión la Secretaría de Educación Pública, cínicamente está informando que ya le otorgó muchos incrementos a los trabajadores, lo que no dice es cuánto ganan realmente los maestros, quienes incluyendo los últimos “esfuerzos y sacrificios” su salario diario no supera los 12,000 pesos. (12)

El organismo magisterial del PPS –que siempre ha navegado junto y aliado a las fuerzas oficialistas– en medio de la inmensa movilización de los maestros resultó defensor de la autonomía del sindicato, al afirmar:

Las negociaciones impuestas por la Secretaría de Educación Pública en torno a la supuesta solución del problema de democratización del SNTE, constituyen una franca intervención en la vida del sindicato, porque, aunque declare aparente neutralidad, de hecho al imponer ese punto como condición necesaria para la solución del conflicto, se pone del lado de la CNTE, que se ha distinguido por su táctica del paralelismo sindical y por invocar reiteradamente la intervención del gobierno para satisfacer sus demandas relativas a la vida interna del sindicato.
El FR [Frente Revolucionario] de UM [Unidad Magisterial] rechaza la posición adoptada por sectores del poder público y de corrientes sindicales en el seno del SNTE, de ubicar la solución de lo que llaman “la democratización del sindicato” como el elemento que está impidiendo la solución del conflicto, puesto que las cuestiones internas del sindicato relativas a su vida democrática y a la intervención de sus órganos de dirección, corresponde exclusivamente al magisterio nacional, y ninguna fuerza externa, mucho menos del gobierno, tienen derecho a aprovechar la coyuntura del paro indefinido decretado por una corriente del sindicato, para intervenir en la vida interna del SNTE para fijarle una dirección o una orientación que no determinaron las bases sindicales mismas. (13)

Sin medirse, Carlos Jonguitud Barrios expresó el 19 de abril que estaba dispuesto a abandonar  su  posición  cuando  ya  no  respondiera  a  los  intereses  del SNTE. Con esto –quizá sin proponérselo y sin entender la profundidad y extensión del movimiento magisterial– preparaba objetivamente su salida.
Ese mismo día, el magisterio en paro –con el apoyo de los padres de familia y el sindicalismo combativo– llevó a cabo una formidable manifestación hacia el Zócalo de la capital federal. La plaza de la Constitución fue materialmente abarrotada, con lo que quedaban en claro la fuerza y el empuje del movimiento.
El Congreso de la Unión consideró justas las demandas de los maestros. Un grupo de éstos entró al Palacio Legislativo, coreó consignas, agitó pancartas y puso en evidencia a CJB, quien no se animó a intervenir y sudó en frío copiosamenmte.
El Segundo Foro de Solidaridad con la Lucha de la CNTE se celebró el 22 de abril, en el auditorio del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, con la asistencia de un número considerable de organizaciones fraternas.
El gobierno hizo intervenir al tristemente célebre Tribunal  Federal de Conciliación y Arbitraje para “exhortar” a reanudar labores en un plazo de 24 horas y que el SNTE convocara un congreso extraordinario de la Sección IX que tuviera verificativo al término del año lectivo; empero, este monumento a la antijuridicidad no  consiguió concretar sus propósitos de enredar legalmente al movimiento.

La caída de Jonguitud

DESPUÉS DE MÁS de 15 años de cacicazgo sobre el sindicato más numeroso del país, Carlos Jonguitud Barrios –con una movilización de masas sin precedentes y bajo presión oficial– dejó el 23 de abril la presidencia vitalicia de Vanguardia Revolucionaria y la asesoría permanente del CEN del SNTE, no ante los órganos regulares del sindicato, sino en Los Pinos ante el Presidente de la República, después de una reunión de dos horas. Esta estruendosa caída significó una gran victoria de la CNTE, del sindicalismo democrático y de la sociedad civil. (14)
Horas más tarde, como mera fórmula ritual tuvo lugar el XVI Consejo Nacional Extraordinario del SNTE, ante el cual –tras ser llevado a la fuerza a Los Pinos y a la Secretaría de Gobernación, donde firmó su licencia para separarse de la Secretaría General del sindicato– J. Refugio Araujo del Ángel fue sustituido por la profesora Elba Esther Gordillo Morales, conocida lideresa sindical de negros antecedentes, pero quien desde el XV Congreso Nacional del SNTE había manifestado ya diferencias políticas con Jonguitud y había iniciado el aglutinamiento de Alberto Miranda Castro y otros dirigentes en torno a una alternativa distinta a VR.
La imposición de Elba Esther Gordillo correspondía a un proyecto sindical del gobierno salinista que, sin renunciar al corporativismo en las organizaciones sociales, buscaba remozar al anquilosado liderazgo de los sindicatos, federaciones y centrales, permitir cierto juego interno y mantener –en lo esencial– el control oficial bajo nuevas formas. Se trataba, en otras palabras, de acabar con los caciques sindicales más odiados y conservar los aparatos burocráticos para poder implantar la llamada política de modernización.
Los burócratas sindicales –hasta fechas recientes vanguardistas distinguidos– se alinearon en gran parte con la nueva dirigente del sindicato; mas no todos por cierto. Posteriormente, como los  hechos lo dejarían en claro, vendría a convertirse en jefe de los remanentes del vanguardismo Antonio Jaimes Aguilar, quien le disputaría el control de las secciones a Elba Esther.
La CNTE –que celebraba su asamblea nacional representativa en el auditorio Che Guevara de Ciudad Universitaria– recibió con alegría y alborozo la noticia de la renuncia forzada de Jonguitud, jefe mayor de la charrería del sindicato de maestros.
Sin exageración, la coordinadora pudo aseverar:

El charrismo sindical está en crisis en el SNTE a lo largo y ancho del país; cada vez más trabajadores de la educación reivindicamos vida democrática en nuestra organización. En las secciones 9, 10 y 11 del DF, 36 del Valle de México, 7 de Chiapas y 22 de Oaxaca somos mayoría;  también lo somos a nivel nacional. Por ello, pretender  reducir el problema a la Sección 9, es una maniobra inadmisible. Exigimos solución para la Sección 9, pero sólo levantaremos el paro cuando se otorgue una solución global que abarque a todas las secciones en lucha. No permitiremos que ninguna maniobra gubernamental nos divida.
El grupo caciquil “Vanguardia Revolucionaria” perdió el control del conjunto de los trabajadores de la educación, sus prácticas son repudiadas, sus miembros están aislados y desprestigiados, son un grupo minoritario plagado de corrupción y de acciones ilegales…
La renuncia de Carlos Jonguitud Barrios a seguir siendo “líder moral vitalicio” del SNTE, constituye un avance para el movimiento democrático, nos ocasiona profunda alegría y expresa nuestra decisión de impedir para siempre la existencia de “líderes morales” de cualquier tipo; pero no lo es todo ni lo principal… (15)

Excélsior, La Jornada, UnomásUno y otros diarios saludaron la caída de Jonguitud, mientras algunos agoreros de la tranquilidad llamaban al movimiento a concertar en bien de la democracia sindical y nacional. Afortunadamente, los maestros pusieron oídos sordos a estos cantos de sirena. Los “concertadores” se quedaron gritando en el aire.
Con puntos de partida distintos en la Ciudad de México, el 24 de abril los trabajadores de la SEP convergieron en la plaza de la Constitución, que llenaron por completo. Con objetividad, puede sostenerse que fue el acto de festejo de la caída del odiado Jonguitud. Algunos líderes magisteriales oaxaqueños calcularon una asistencia de 330 mil trabajadores de la enseñanza y de otros círculos sociales.
Se instaló un gigantesco plantón en las inmediaciones de la SEP y el SNTE, con la participación destacada del magisterio de Oaxaca.
Sin preocuparse de la historia, los pepinos volvieron a las andadas y se enfurecieron mucho con la salida del vanguardista mayor del SNTE; con desvergüenza escribieron:

El Frente Revolucionario de Unidad Magisterial (FRdeUM) expresa su más enérgica condena a la agresión de que ha sido objeto nuestro sindicato, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por parte de  las más altas autoridades del poder público, que ha dado como resultado el cambio de los dirigentes sindicales en un proceso que ha violado gravemente la autonomía de la organización.
Ante este grave hecho, no podemos dejar de señalar que la línea del paralelismo sindical de la CNTE aplicada en el actual problema magisterial, ha propiciado esta funesta intervención del gobierno en la vida interna del sindicato. La responsabilidad que le corresponde en esta grave agresión a la autonomía sindical, no puede evadirla y justificarla con ningún pretexto de democratización  sindical. (16)

En un marco de creciente participación de los trabajadores de la enseñanza, de crisis del corporativismo y de notoria solidaridad obrera y popular, la SEP tuvo que hacer un nuevo ofrecimiento el  27  de  abril:  10  por  ciento  de incremento a los salarios y 15 por ciento en prestaciones para los docentes, mientras a los administrativos, técnicos y manuales no les ofrecía ni un quinto. La discriminación era grosera.
El movimiento no se dejó engañar. De este modo, la Comisión  Nacional Negociadora y el Bloque de Delegaciones Democráticas de la Sección XI del SNTE se dirigieron a Manuel Bartlett con los siguientes planteamientos:

Por este medio queremos reiterar a usted nuestra demanda de que el incremento salarial que se acuerde con el magisterio sea extensivo al personal administrativo, técnico y manual, en virtud de que nos parece incongruente la posición de la secretaría a su cargo, al plantearse un programa de mejora salarial y profesional de los docentes, con vistas a iniciar un proceso de modernización educativa sin considerar al personal que si bien no realiza labores docentes en el aula, es el que interviene directamente en otras actividades igualmente importantes del proceso educativo. (17)

En la lucha por hacer extensivo el incremento a los no docentes, estos trabajadores contaron con la solidaridad del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, el SUTIN y el Frente Auténtico del Trabajo.
La incorporación a la lucha general de los distintos destacamentos de los trabajadores de la enseñanza era disparejo. En Guerrero, el paro indefinido de los mentores se inició en fechas distintas, entre el 24 y el 26 de abril. En otros estados las condiciones iban madurando para el estallido de paros del mismo carácter.
El CEN del SNTE se negó a convocar al desfile conmemorativo del Primero de Mayo, ante el temor de ser rebasado y repudiado. Al magisterio democrático se le prohibió participar en la parada obrera tradicional. De ahí que los educadores y no docentes se trasladaran al monumento a la Revolución y se sumaran a la marcha de los sindicatos universitarios e independientes que venía del cine Diana y se dirigieran al Zócalo, que se llenó completamente. En Acapulco, la participación de los profesores en el desfile oficial fue muy combativa. Otro tanto ocurrió en diversas ciudades del país. Más de 38 mil trabajadores de la enseñanza se manifestaron el Día del Trabajo en Morelia, Michoacán; luego tomaron las instalaciones del SNTE y de la SEP, donde establecieron guardias de 24 horas de alrededor de mil trabajadores.
El movimiento en Michoacán integró una Asamblea Permanente de Trabajadores de la Educación, con 80 elementos. De los dirigentes zonales y delegacionales sólo el 7 por ciento se colocó de lado de la base trabajadora.
En las nuevas condiciones, la agitación comenzó a extenderse a estados y regiones que en ocasiones anteriores, durante la última década, no habían tenido una intervención destacada.
El gobierno dio inicio a una intensa campaña de radio, televisión y prensa, en la que notificaba  que  los  problemas  del  magisterio  ya  estaban  resueltos. Muchos periodistas –incluidos los agoreros de la calma– insistían en que se retornara al trabajo para no perder lo ya alcanzado. La santa alianza del poder público, las organizaciones empresariales, los medios de comunicación y los profetas de la tranquilidad se desarrolló a plenitud.
Los trabajadores no se dejaron engatusar. El 3 de mayo, la asamblea nacional representativa de la CNTE acordó continuar el paro indefinido hasta alcanzar sus reivindicaciones político-sindicales y el aumento salarial a los no docentes. Gracias a ello, obligaron a la dirección nacional del SNTE a hacer ciertas concesiones, algunas de ellas de carácter definitorio.
La perseverancia de los mentores y la debilidad y crisis del corporativismo empezaron a influir en las decisiones prácticas. En un documento quedó establecido:

En reunión de trabajo celebrada el 5 de mayo de 1989, en la sala de juntas Simón Bolívar de la SEP, entre el CEN del SNTE y la Comisión Negociadora de la Sección 22 del estado de Oaxaca, presidida por la C. Profra. Elba Esther Gordillo Morales, secretaria general del CEN del SNTE, y ante la presencia del C. licenciado Fernando Elías Calles, en calidad de representante de la SEP, se llegaron (sic) a los siguientes acuerdos:
1. Se conviene que el Presidente de la Comisión Ejecutiva de la Sección 22 del SNTE será el Profr. Aristarco Aquino Solís.
2. Una vez fijada la minuta, de acuerdo al Estatuto, el CEN del SNTE expedirá los nombramientos; el acto protocolario de toma de protesta será en la Ciudad de Oaxaca, tres días después de haberse signado el documento.
3. El CEN del SNTE y la Comisión Ejecutiva se comprometen a reunirse para acordar el monto del aumento de las participaciones sindicales y los apoyos económicos extraordinarios necesarios.
4. El CEN del SNTE entregará a la Comisión Ejecutiva el 20% de incremento a la participación sindical. (18)

En otro texto, con la misma fecha, se decía:

La Comisión Negociadora del magisterio oaxaqueño, informó que en consulta de base, fue rechazada la propuesta de  celebrar el XIV Congreso Seccional Extraordinario los  días 29 y 30 de junio de 1989 y también el recurrir al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, para dirimir diferencias planteadas.

En vista de lo anterior, el CEN determinó:

a) Integrar de inmediato una Comisión Ejecutiva como único órgano de gobierno de la Sección 22 del  SNTE con miembros propuestos por el magisterio oaxaqueño, mismos que serán  ratificados  por  el  Comité  Ejecutivo  Nacional que, conforme a sus facultades estatutarias, designará al Presidente de la propia Comisión. (19)

Las reuniones de educadores y no docentes se incrementaron en el centro y gran parte del país.
Como resultado de la movilización, se avanzó en la democratización de la Sección IX del SNTE, y se convino entre otros estos puntos de acuerdo entre el CEN y el MDTE de la sección mencionada:

1. El CEN del SNTE y el Movimiento Democrático acuerdan realizar un Congreso Extraordinario Seccional los días 17 y 18 de julio del presente año, para elegir al Comité  Ejecutivo de la Sección IX.
3. Se integrará una Comisión Ejecutiva paritaria en los términos que señala la fracción XVII del Artículo 90 de los Estatutos, siendo 17 del Movimiento Democrático y 16 del CEN, correspondiendo la presidencia de la comisión a uno de los representantes del Movimiento Democrático.
4. El CEN del SNTE, designará al presidente de la Comisión Ejecutiva, de una terna que le presentará el Movimiento Democrático. (20)

En la Sección X se acordó integrar una Comisión Ejecutiva paritaria, bajo la presidencia de un miembro del CEN del SNTE. En la Sección XI se resolvió ampliar el Comité Ejecutivo con 10 miembros del BDD.
No sin satisfacción, la CNTE informaba el 7 de mayo que en torno al paro indefinido se hallaban movilizadas las secciones federales, estatales y/o únicas de Baja California, Baja California Sur, Chiapas, DF, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Valle de Toluca, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas, Yucatán, Zacatecas, la Laguna y Valle de México.
En otros lugares –como Veracruz, Tlaxcala, Nuevo León y Chihuahua– se realizaban paros parciales y otras formas colectivas de acción.
La lucha magisterial –que conmovió al pueblo del DF y otras entidades– conquistó mejoras económicas que rebasaban el mezquino tope salarial impuesto por el gobierno de Salinas de Gortari, aunque no en la medida en que lo afirmaban los medios masivos de comunicación. En un remitido, la CNTE precisaba a propósito:

El aumento otorgado en realidad consiste en un 10 por ciento al sueldo base y un 15 por ciento en prestaciones en lo que queda incluido el nuevo concepto de asignación docente. Este aumento significa 3 mil 333 pesos diarios más a nuestro salario anterior.
Hoy nuestra jornada cotidiana será remunerada con 15 mil 455 pesos diarios. (21)

Respecto a las demandas político-sindicales, la CNTE sostenía:

…después de más de 300 horas de discusión y de 37 días de encuentros con el CEN del SNTE se ha avanzado en la solución de los conflictos sindicales de Oaxaca, Chiapas, Sección 9, Sección 11 y a las cinco de la mañana de ayer sábado –6 de abril– en el conflicto planteado por la Sección 10. (22)

Las conquistas obtenidas no eran despreciables; sin embargo, era menester justipreciarlas, como lo hacía el 8 de mayo el MDTE de la Sección IX del SNTE:

…Hemos logrado ya importantes triunfos, que si bien aún son insuficientes, se hace necesario valorarlos de acuerdo con nuestras fuerzas.
…En lo sindical hemos arrancado al “charrismo sindical” el Congreso Seccional Extraordinario los días 17  y 18 de julio, asambleas para la renovación de comités ejecutivos seccionales y el desconocimiento del actual  Comité Ejecutivo Seccional, el cual será sustituido por una Comisión Ejecutiva. Ésta estará integrada por 16 miembros del CEN del SNTE y 17 del Movimiento Democrático, entre los cuales estará incluido el presidente de la misma. (23)

El 8 y 9 de mayo se llevaron a cabo asambleas delegacionales y seccionales para decidir sobre el retorno a clases, y el 10 tuvo lugar la asamblea nacional de la CNTE.
Junto al paro nacional indefinido, se dio el mitin-plantón de los trabajadores administrativos, técnicos y manuales de la UPN, que en lo fundamental se resolvió positivamente.
Los maestros de la región Centro y de la Montaña de Guerrero se posesionaron del edificio de la Sección XIV del SNTE el 9 de mayo. El 10 Jorge Albarrán Jaramillo fue destituido como director de los Servicios Coordinados de Educación Pública, y una Comisión Negociadora de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero tuvo una entrevista con Elba Esther Gordillo, pero poco después se rompieron las negociaciones.
Oaxaca levantó su plantón del DF.
Como estaba pactado entre el CEN del SNTE y la dirección democrática del magisterio oaxaqueño, el 12 de mayo la Comisión Ejecutiva de la Sección 22 tomó posesión en presencia de Elba Esther Gordillo, quien fue repudiada por la base trabajadora. La CE quedó integrada con los siguientes cuadros: Aristarco Aquino S., presidente, y en otros puestos Enedino Jiménez J., Celso Luis Ramírez, Antonio Alejandrino Martínez H., Roberto Sibaja de Campos, Víctor Andrés Rodríguez, Cuauhtémoc Melchor Ramírez, Joel C. Vicente Cortés, Zenén Bravo C., Miguel Silva S., Constantino Montesinos S., Gregorio Anaya A., Evaristo López V. y Nazario Cuevas M.
En la misma fecha se desarrollaron importantes movilizaciones de trabajadores de la enseñanza en Sonora, Guerrero y Baja California.
El día 13, el Pleno de Representantes de Escuela de la Sección IX y la Asamblea de Representantes de la Sección X del SNTE eligieron  a los dirigentes que los representarían en las comisiones ejecutivas de ambas secciones que sustituirían a los comités ejecutivos seccionales vanguardistas.
En Chilpancingo se realizó el 15 de mayo una manifestación de más de 25 mil profesores, y se acordó en las asambleas regionales continuar el paro indefinido.
En un manifiesto dirigido al magisterio nacional, el PPS insistió en sus tesis ilógicas y descabelladas:

…Dentro de las filas de la organización, la corriente del paralelismo sindical, con sus planteamientos y métodos de lucha antirrevolucionarios, en la práctica ha   coincidido con los enemigos del SNTE o ha sido instrumento de éstos para debilitar la unidad y la autonomía de la organización sindical magisterial.
En el reciente conflicto, cuyas consecuencias seguramente serán ampliamente discutidas por los miembros del SNTE en toda la República, evidentemente salió vulnerada la autonomía sindical por la acción del sector contrarrevolucionario del poder público, que está llevando a cabo una violenta embestida contra el sindicalismo que se opone a su política económica, social y educativa, y que contra la organización magisterial contó con la ayuda de grupos de provocación de apariencia revolucionaria, al exigir éstos la intervención de funcionarios públicos para supuestamente democratizar al sindicato… (24)

Con motivo del Día del Maestro, Elba Esther Gordillo se dirigió al magisterio en los siguientes términos:

La democracia está ahora en el centro de la discusión política. Es eje medular de la modernización del México  contemporáneo. Estamos asistiendo a un movimiento generalizado de amplios sectores de la sociedad nacional que enarbola demandas de reivindicación económica, social y política en una especie de interpelación de la sociedad civil al Estado.
No es fácil implementar los mecanismos que garanticen este proceso dada la magnitud de nuestra organización. Por ello, a partir de esta fecha iniciamos un proceso de consulta y recepción de opiniones que se divulgarán entre todos los trabajadores de la educación, para encontrar y establecer en la Declaración de Principios y en los Estatutos, las prácticas sindicales que fortalezcan una sólida y amplia unidad en un marco de madura pluralidad política e ideológica, que garanticen un pleno ejercicio de la autonomía e independencia sindical. (25)

Después de vencer la resistencia de la burocracia sindical, el magisterio capitalino logró por fin el reconocimiento de sus representantes en la CE de la Sección IX. El martes 16 de mayo por la noche, tomaron posesión de sus cargos los auténticos dirigentes del profesorado del DF: Roberto Gómez, presidente, y en otros puestos Daniel Sandoval, Aulio Caballero, Leticia Castaños, Leticia Ramírez, Juan Leove Ortega, Elio Bejarano, Gerardo Romero, Martha López, Juan Calvo, Armando Solares, Carmen Hernández, José Luis Ortega Pérez, César Núñez, Maximino Molina, Pedro Flores y Miguel Ángel Sánchez.
Tras el paro de 24 días, el MDTE de la Sección IX se preparaba a derrotar a los prebostes sindicales en cada escuela y cada zona, organizar las asambleas y combatir la contraofensiva institucional y patronal.
En la Sección X tomó posesión, asimismo, la fracción democrática de la Comisión Ejecutiva, quedando integrada por Amador Velasco Tobón, Rubén Estrada Talonia, Enrique Ávila C., Rafael Torres, Gilberto García y H., Miguel Bortolini C., Jesús Martín del Campo, Germán Aguilar O. y Teodoro Palomino, entre otros.
La CE de la Sección X era presidida por Juan Alcalá Espitia, miembro del CEN del SNTE.
Mientras en el DF el movimiento magisterial consolidaba los avances producto de la lucha, en Guerrero, Michoacán y Zacatecas la insurgencia de los trabajadores de la enseñanza alcanzaba nuevo empuje y propinaba nuevos golpes a la dominación burocrática.
En Guerrero la agitación se desenvolvió a marchas forzadas. El 18 de mayo, durante dos horas se suspendió el tránsito de vehículos en el bulevar de Chilpancingo; el 19 se estableció el bloqueo de la carretera en la capital estatal; el 21, dio comienzo una huelga de hambre de 130 trabajadores de la educación (a la que se adhirieron otros 26 al día siguiente); el 22 fue bloqueada la carretera nacional; el 23 se efectuó un mitin solidario de padres de familia, y por último,  la dirección nacional del SNTE y la CETEG acordaron desconocer al Comité Ejecutivo de la Sección XIV, nombrar una Comisión Ejecutiva paritaria y realizar un Congreso Extraordinario. Se celebró también un mitin en el zócalo de Acapulco y fue bloqueada la costera Miguel Alemán. El 24 tuvo lugar en Chilpancingo la marcha de la victoria de más de 15 mil maestros; la huelga de hambre fue levantada. El 1 de junio tomó posesión la CE, en la cual quedó incluido Álvaro Venegas.
En Zacatecas, luego de ocupar las oficinas de la Sección XXXIV del SNTE, paralizar las labores docentes y efectuar múltiples acciones masivas, el 23 de mayo el movimiento insurgente obligó a la dirigencia nacional del sindicato a ampliar el Comité Ejecutivo Seccional con la participación de 13 miembros de la oposición sindical anticharra.
La incorporación de cuadros democráticos a los órganos regulares de la organización gremial, no significó la terminación de la conflictiva magisterial, sino la adopción de nuevas formas. En varias escuelas se levantaron actas en contra de activistas y dirigentes del movimiento insurgente, entre ellos René Bejarano de la CE de la Sección X.
En Michoacán el movimiento ascendió de manera considerable. En Baja California, la lucha de masas enarbolaba una demanda particular de gran importancia: el salario preferencial fronterizo, dado el elevado costo de la vida por la cercanía con Estados Unidos.
Para variar, la expedición de la convocatoria para la realización del Congreso Extraordinario de la Sección IX no fue lanzada por el CEN del SNTE en el plazo convenido y hubo necesidad de presionar. El 25 de  mayo, los profesores de preescolar y de primaria del DF efectuaron un mitin-plantón frente al Comité Ejecutivo Nacional de su sindicato para exigir la expedición de la multicitada convocatoria.
Ese día, el Bloque de Delegaciones Democráticas de la Sección XI llevó a cabo un plantón frente al domicilio social del CEN del SNTE para que la ampliación del Comité Ejecutivo Seccional se hiciera con secretarías reales, es decir, con poder de gestoría.
Los trabajadores de la enseñanza de Michoacán organizaron el 26 de mayo una marcha caravana desde cuatro poblaciones para converger en Morelia, en demanda de la instalación de la Comisión Ejecutiva y de la fecha de celebración del Congreso Extraordinario de la Sección XVIII del SNTE.
El 31, los maestros democráticos de Guanajuato realizaron una marcha-mitin, tomaron el edificio de la Sección XIII del SNTE y luego efectuaron un plantón frente al palacio de gobierno, para solicitar que Elba Esther Gordillo los recibiera.
Los institucionales –que contrataron golpeadores– insultaron y agredieron a los mentores guanajuatenses, por lo cual hubo algunos lesionados. Ante dicha situación, los profesores antiburocráticos entregaron el local al gobierno del estado, y éste ofreció interceder en la solución del conflicto.
Para principios de junio continuaban las amenazas de autoridades menores de la SEP en contra de los educadores defeños. Éstos celebraban juntas y tomaban medidas para fortalecer su lucha e impedir que los líderes sindicales priístas y representantes patronales hicieran y deshicieran a su antojo.
La fracción charra del órgano directivo del magisterio posprimario del DF planteó el 7 de junio:

Los que suscribimos, miembros de la Comisión Ejecutiva de la Sección 10 del SNTE, manifestamos a usted [Juan Alcalá Espitia] nuestra enérgica inconformidad, para asistir a las asambleas convocadas por la comisión que usted preside, donde no existen las mínimas condiciones que garanticen la seriedad de esos trabajos político-sindicales,  dentro del respeto a la pluralidad, el diálogo y la participación responsable de todos los miembros de esta Comisión Ejecutiva.
4. Rechazamos enérgicamente toda medida de presión, instrumentada por la disidencia, que pretenda desestabilizar la vida institucional de esta Comisión Ejecutiva, con la única pretensión de alcanzar intereses de grupo, obstaculizando la concertación como instrumento de trabajo encaminado a la búsqueda de soluciones concretas planteadas por nuestros compañeros. (26)

El día 9, la Sección IX llevó a efecto una marcha del monumento a la Revolución al ISSSTE, a Gobernación y al CEN del SNTE, con el objeto de hacer cumplir los acuerdos firmados y demandar solución a sus peticiones gremiales y contra la represión.
En esa fecha, el CEN del SNTE declaró:

En el marco del proceso de recomposición sindical por el cual atraviesa nuestra organización, nos preocupa que algunas divergencias suscitadas al interior del magisterio del Distrito Federal no sean resueltas con estricto apego al respeto mutuo entre las diversas corrientes y tendencias sindicales. (27)

La lucha envolvía a nuevos grupos de trabajadores, tanto de preescolar, primaria y secundaria, como de otros niveles. De esta suerte, la Unión Nacional de Delegaciones de Escuelas Tecnológicas de Educación Media Superior, celebró una asamblea ordinaria en  Oaxaca, con la asistencia de Centros de Bachillerato Técnico Industrial, Centros de Estudios Técnicos Industriales y Centros de Bachillerato Técnico Agropecuario de Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz, donde se acordó convocar a la I Reunión Nacional de este sector.
Elba Esther Gordillo y Manuel Lares del Toro lanzaron el 12 de junio la convocatoria para la realización de asambleas delegacionales extraordinarias de la Sección IX del SNTE, en la que se establecía como fecha de su verificación el 15 de junio y como forma de elección para integrar los comités ejecutivos de las delegaciones sólo el voto nominal y secreto, y el registro en forma individual.
Sin embargo, la artimaña no prosperó; finalmente, hubo que aceptar que la elección fuera el 19 de junio con el procedimiento de votación que acordaran las asambleas. La convocatoria fue lanzada el 14 de junio por la CE de la Sección IX.
El 12 de junio la Asamblea General de Representantes de la Sección X del SNTE  demandó convocatoria y fecha de realización del Congreso Extraordinario, entrega de archivos robados, alto a la gestoría paralela, cese a la represión en las escuelas, y otros puntos de interés para los miembros de filas.
Pese a la resistencia violenta y cerrada de Bernardo Quezada, secretario general de la Sección XI del SNTE, el BDD pasó a ocupar diversas carteras en el CE de dicha sección con cuadros como Juan González Meza, Leonel Apolinar Rodríguez, Rosario Aguirre, José Luis Ramírez y María Salomé Mendoza, entre otros.
En la Sección XVIII de Michoacán, dada la participación masiva del profesorado, la toma del local sindical, la solidaridad popular y la crisis de los jerarcas exvanguardistas, Elba Esther Gordillo se vio orillada a desconocer al Comité Ejecutivo Seccional (cuyo Secretario General, Carlos Acosta Mora, se declaró en rebeldía); a nombrar una Comisión Ejecutiva con miembros de fuera de la entidad, y a anunciar la realización de un Congreso Extraordinario para el mes de octubre.
Los trabajadores de la SEP realizaron un paro nacional de 24 horas el 14 de junio, de acuerdo con la resolución tomada por la CNTE en su asamblea del 4 de junio, en demanda de aumento salarial a los administrativos, técnicos y manuales, respeto a los convenios firmados, respeto al Congreso de la Sección VII y contra la represión; en la capital federal se llevó a cabo una gran marcha que culminó en la plaza de la Constitución.
Un desplegado informaba:

El día 15 de junio a las 13:00 horas un grupo de vanguardo-jonguitudistas, se presentó al edificio de la Sección 22 del SNTE, en la Ciudad de Oaxaca, encabezados por Miguel Baños Clemente, Rodrigo Chincoya y Bulmaro N., quienes desde hace años vienen cobrando sueldo de maestros sin trabajar, realizando actos violentos (secuestros, atentados, agresiones físicas, etcétera) en contra del magisterio democrático y comunidades del estado de Oaxaca.
Penetraron al edificio sindical agrediendo a los compañeros que se encontraban dentro para secuestrar al profesor Aristarco Aquino Solís, secretario general de la Sección 22, obligándolo por la fuerza a salir del edificio sindical para llevarlo secuestrado al edificio de  la SEP en Oaxaca.
A esta agresión se sumaron más al golpear a otros maestros entre los que se encuentra el Oficial Mayor de la sección, profesor Nazario Cuevas, quien se encuentra hospitalizado con la fractura de cráneo por los golpes recibidos. (28)

El triunfo de Chiapas

EN EL CLUB de Leones de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 12 de  junio de 1989 tuvo lugar el precongreso de la Sección VII del SNTE, con 234 delegados efectivos y 572 fraternales, entre los cuales había representantes del Distrito Federal, Oaxaca, Valle de México, Nuevo León y otras entidades federativas. Se instalaron cinco mesas de trabajo y se tomó el acuerdo de elegir la planilla de manera abierta.
Por la tarde del 14 de junio se concretó la última fase del precongreso, con la expresión de dos líneas: la de los “léperos” (elementos  vinculados con el poder público) y la de los cuadros sin partido y militantes de organizaciones políticas interesados en desarrollar el movimiento magisterial más allá de los estrechos márgenes del gremialismo.
Un periódico magisterial comunicaba:

Para la realización del congreso, los representantes de los maestros chiapanecos tuvieron que acosar a los charros del CEN del SNTE, que utilizaron tácticas dilatorias dejando pasar el día 15 de junio sin que se pudiera inaugurar el XIV Congreso. Posteriormente se informó que se realizaría al día siguiente, viernes 16 de junio. En un clima de tensión para todos, al fin se confirmó que a las 16:00 ó 17:00 Hrs. daría inicio, creando un ambiente de combatividad y emotividad, que se convirtió en una fiesta por anticipado. Los saludos combativos de las secciones hermanas…
Siendo las 19:00 Hrs. el representante por el CEN del SNTE tomó la protesta del nuevo Comité Ejecutivo Seccional. Acto seguido, los maestros chiapanecos continuaron la celebración de la victoria, con un mitin en las afueras de la sede sindical, y a continuación una marcha al zócalo de la ciudad, culminando con otro mitin que trataron de boicotear desde el palacio de gobierno… (29)

La CNTE celebró el 18 de junio una asamblea nacional en la Ciudad de México, en la cual se acordó apoyar a los trabajadores de la Sección IX en la elección de comités delegacionales, repudiar el secuestro de Aristarco Aquino y la agresión contra maestros de Oaxaca, felicitar al magisterio chiapaneco por la victoria obtenida, demandar aumento salarial para los trabajadores no docentes y exigir el cumplimiento cabal de los convenios firmados entre el CEN del SNTE y los representantes de las secciones IX, X, XI, XIV, XVIII, XXXIII de Yucatán y XXXIV de Zacatecas.
En ese día, Yolanda Lima Gutiérrez, Hermilio Cuevas Pachuca y otros bonzos del magisterio defeño, al sentirse perdidos declararon:

Los suscritos, integrantes de la Comisión Ejecutiva de la Sección 9 de nuestro sindicato, denunciamos públicamente las acciones de la llamada corriente “democrática”, que atentan contra la unidad y el buen desarrollo de las elecciones que habrán de celebrarse el próximo lunes 19, en todas las escuelas de los niveles preescolar y primaria del Distrito Federal. (30)

Las asambleas delegacionales de la Sección IX del SNTE se realizaron el 19 de junio, donde el MDTE obtuvo 98 por ciento de los mandatos. Estas reuniones se caracterizaron por un amplio proceso de discusión y participación de la base; en cada escuela se analizó quiénes deberían ser promovidos a los comités de las delegaciones; los elementos propuestos por el MDTE eran los más distinguidos en la lucha y los encargados de informar, organizar y participar más decididamente en las jornadas recientes. Las planillas democráticas levantaron un programa avanzado y convincente.
Para festejar el triunfo apabullante, se organizó una marcha de la Sección IX al local del CEN y de regreso nuevamente a Belisario Domínguez.
Los burócratas sindicales no sólo ejecutaron acciones defensivas y de respuesta a la insurgencia magisterial, sino que en algunos lugares pasaron a la ofensiva, como en Hidalgo, estado en el que la corriente institucional tomó locales, verificó actos de masas y amenazó con aplicar otras medidas si las autoridades no accedían a sus peticiones.
En un remitido, el corporativismo magisterial hidalguense indicaba:

El Comité Ejecutivo de la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ante los acontecimientos suscitados en los Servicios Coordinados de Educación Pública en Hidalgo, manifiesta ante la opinión pública, su enérgica denuncia de la actitud prepotente y autoritaria de Manuel Arellano Zavaleta, quien desde su llegada a los SCEP ha pretendido dividir a los trabajadores de la educación del estado de Hidalgo, hecho que no habrá de lograr; ha generado confusión a través de los ataques permanentes que ha realizado contra la organización sindical, acción opuesta a la política que en modernización educativa ha iniciado con perspectivas favorables para el pueblo de México, el licenciado Carlos Salinas de Gortari, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, manifiesta en su conducta un total desconocimiento de la administración educativa nacional y en particular de la problemática estatal, entorpeciendo los trámites  administrativos y atentando contra los derechos de nuestros compañeros, ya que con dolo y mala fe, pretende destruir al sindicato que es el único instrumento de defensa de los trabajadores.
Por lo que exigimos:
Su inmediata destitución como Director de los Servicios Coordinados de Educación Pública y respuesta favorable al pliego  de demandas presentadas por esta representación sindical en la Ciudad de México. (31)

Los días 20 y 21 de junio tuvo lugar una reunión de trabajo de los secretarios generales de comités y comisiones ejecutivos del SNTE, donde el CEN rindió un informe de labores a partir del 24 de abril. Sin el apoyo de los representantes de las secciones IX, XL y XXII, se acordaron entre otros los puntos que se citan enseguida:

2. Encabezar con oportunidad y firmeza las demandas reales y fundadas de los trabajadores de la educación, de acuerdo a las particularidades de cada región y con el apoyo de los comités ejecutivos y las comisiones ejecutivas seccionales, así como del propio CEN del SNTE.
4. Hacer del SNTE un vigoroso frente amplio en el que dialécticamente coincidan y aporten a sus causas ya enunciadas, mediante el respeto recíproco, individuos y grupos de las diversas corrientes ideológicas y políticas y den vigencia a una convivencia productiva y plena en la pluralidad, la cual no debe ser confundida con el parcelamiento o la atomización que pueden producirse por la creación de “sindicalismos paralelos” al SNTE. Al margen de las diversas corrientes que lo integran, se tiene un fin común: la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación; y un ámbito de competencia que le da razón de ser: la educación del pueblo mexicano… (32)

La marcha hacia la reconquista del órgano de gobierno sindical del magisterio de preescolar y primaria del DF continuaba a pasos agigantados. El 24 de junio, se llevó a cabo la I Asamblea de Comités Delegacionales de Preescolar, en el auditorio del SUTIN. El 1 de julio se celebró un pleno de representantes de escuela de la Sección IX del SNTE, y se inició la discusión sobre criterios y mecanismos de elección de los cuadros que formarían parte de la planilla para el CES. El 7 de julio hubo asambleas para regularizar delegaciones sindicales; en preescolar se reconstituyeron 85 de 158 delegaciones. El día 8 hubo otro pleno de representantes de escuela, en el cual continuó la discusión de los criterios y mecanismos de elección de los dirigentes seccionales estatutarios.
En la Sección IX proliferaron las reuniones de todo tipo, y se puso de manifiesto una correlación de fuerzas claramente definida: debilidad inmensa del “institucionalismo” y fortaleza creciente del MDTE.

La democratización de la Sección IX

JULIO DE 1989 PASARÁ a la historia del sindicalismo magisterial como el mes en que el corporativismo comenzó a ser desmontado en el centro fundamental del sindicato: los seguidores de Elba Esther Gordillo y los remanentes del jonguitudismo fueron aplastados políticamente por el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de la Sección IX del SNTE. Con este hecho, la insurgencia magisterial obtuvo su más grande victoria en la década que va de 1979 a 1989.
Para vigilar la realización del XIX Congreso Extraordinario de la Sección IX, los trabajadores de la enseñanza del Distrito Federal, Oaxaca y Chiapas materializaron un paro de 48 horas los días 17 y 18 de julio, aparte de demandar un aumento de salarios a los no docentes y el Congreso Extraordinario en la Sección X del SNTE. El 17 hubo marchas y plantones en la capital de la República y en diversas ciudades de Oaxaca y Chiapas.
A las 0:50 horas del 18 de julio se instaló legalmente el Congreso Extraordinario de la Sección IX. A las 3 de la mañana, la asamblea eligió por aclamación a la nueva dirección, integrada por la Planilla 17 de Abril, que no tuvo contrincante al frente. En el nuevo CES quedaron Daniel Sandoval, como secretario general, y en otras carteras José López Montaño, Pedro Hernández, José Luis Ortega, Leticia Castaños, Aulio Caballero, Miguel Ángel Sánchez, Elio Bejarano, Maximino Molina, Juan Calvo, Leticia Ramírez A., Martha López, Noé García, César Núñez, Ana Rosa González, Rocío Jaramillo, Armando Solares, Ana Virginia Díaz, Ricardo Zenón, Aurelio López, Carmen Hernández, Ana Ligia López, Enrique Enríquez, Armando Cárdenas, Francisco Bravo, Pedro Zenil, Luz María Alonso, Gerardo Romero y Hortensia Telésforo.
A las 4 de la madrugada –luego de una marcha– la reunión terminó en el Zócalo.
Concluía de esta manera el movimiento magisterial ascendente, y a partir del triunfo en la Sección IX del SNTE se escenificaría a lo largo de 1989 una especie de guerra de guerrillas, en donde los burócratas sindicales recurrirían a los charrazos para imponer direcciones espurias en Guerrero y Michoacán, debilitar a la CNTE y estabilizar los equipos de dirección de los institucionales. Como salida estatutaria a la crisis, Elba Esther recurrió al expediente del I Congreso Nacional Extraordinario del SNTE… recurso que utilizaría durante tres ocasiones más, pues de 1990 a 2000 ¡realizó cuatro congresos extraordinarios! Como que se encariñó con reuniones apropiadas para las situaciones de crisis. En las nuevas condiciones, así se las gastaban los continuadores de Robles Martínez y Jonguitud Barrios.

Notas

(1) Gerardo Peláez Ramos, “El movimiento magisterial se demuestra andando”, en  Socialismo, núm. 2, agosto de 1989.

(2) La Jornada, 24-II-89, p. 8.
(3) Excélsior, 23-II-89, p. 20-A.
(4) La Jornada, 3-III-89, p. 2.
(5) UnomásUno, 6-iii-89, p. 14.
(6) La Avispa de la 60, a. 1, núm. 0, 13-iii-89, p. 4.
(7) La Jornada, 5-IV-89, p. 26.
(8) La Jornada, 17-IV-89, p. 8.
(9) La Jornada, 17-IV-89, p. 40.
(10) UnomásUno, 18-IV-89, p. 32.
(11) Volante, Cuernavaca, 18-IV-89.
(12) Claridad, 19-IV-89, pp. 1-2.
(13) Excélsior, 21-IV-89, p. 18-A.
(14) Gerardo Peláez Ramos, “Cae Jonguitud, asciende el movimiento magisterial”, en Unión, núm. 206, 2-V-89.

(15) La Jornada, 24-IV-89, p. 14.
(16) Excélsior, 27-IV-89, p. 12-A.
(17) Carta de la CNN y el BDD de la Sección XI del SNTE a Manuel Bartlett Díaz, 28-IV-89, p. 1.
(18) Suscribían por el CEN del SNTE: Elba Esther Gordillo, Alberto Assad, Santana Magaña, Rubén Castro, Pascual Juárez y Sergio Sandoval. (Voz Democrática!, núm. 4, s. f., p. 2).
(19) Firmaban por el CEN: Elba Esther Gordillo, Alberto Assad, Santana Magaña, Rubén Castro, Pascual Juárez y Sergio Sandoval, y por la Comisión Negociadora de la Sección 22: Pedro I. Martínez, Roberto Villalana, Patricio Hernández, Aristarco Aquino, Enedino Jiménez y Joel C. Vicente. (Ibíd., pp. 3 y 6).
(20) Suscribían por el CEN: EEGM y otros, y por el MDTE de la Sección IX: Elio R. Bejarano, Juan Calvo, Leticia Ramírez, Daniel Sandoval, César Núñez y Roberto Gómez J. (Puntos de acuerdo que suscriben la representación del CEN del SNTE y los del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de la Sección IX, para resolver el problema sindical que internamente confronta la sección mencionada, México, mimeo, 6-V-89, pp. 1-2).
(21) Gerardo Peláez Ranos, “Avances sindicales del magisterio”, en Unión, núm. 208, 15-V-89, pp. 1 y 5.
(22) Ibíd.
(23) Ibíd.
(24) Excélsior, 14-V-89, p. 45-A.
(25) La Prensa, 15-V-89, p. 47.
(26) Excélsior, 8-VI-89, p. 20-A.
(27) Excélsior, 9-VI-89, p. 22-A.
(28) La Jornada, 16-VI-89, p. 40.
(29) “Chiapas: ataúd de los charros”, en Unidad y Democracia Sindical, núm. 4, junio de 1989, pp. 6-7.
(30) Excélsior, 18-VI-89, p. 38-A.
(31) Excélsior, 20-VI-89, p. 41-A.
(32) La Jornada, 26-VI-89, p. 16.
***Este texto es parte, casi textual, del libro de Gerardo Peláez Ramos, Diez años de luchas magisteriales (1979-1989), México, Ed. del STUNAM, 1999, pp. 137-159.

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