Los tres entierros de Elba Esther Gordillo | SDP Noticias

Anel Guadalupe Montero Díaz@Anelin00vie 8 de febrero de 2013

"Los cobardes mueren muchas veces; el valiente sólo prueba una vez el gusto de la muerte." Shakespeare

A diferencia de Melquiades Estrada , la lideresa magisterial no ha muerto y no parece necesario que la entierren tres veces, a pesar de que el discurso de la dueña del PANAL en estos días, es lúgubre, fatalista y pendenciero: “Aquí yace una guerrera”, asegura que dirá su epitafio.[i]

Sin embargo, un análisis retrospectivo de la trayectoria de la señora Gordillo obliga a replantear el guión de la película de Guillermo Arriaga, producida y protagonizada por Tommy Lee Jones. A Elba Esther Gordillo la han dado por muerta, políticamente hablando,  en más de una ocasión y los que han pretendido enterrarla no solamente no han tenido éxito, sino que han ocupado el lugar del objeto de su encono en el Hades magisterial.

Primer entierro. El león, la bruja y el presidente Zedillo

José Gil Olmos, periodista de PROCESO, publicó un libro llamado “Los brujos del poder”[ii] y dedica un capítulo especial para analizar el contexto de la relación del entonces presidente Ernesto Zedillo con Elba Esther y el desesperado viaje que ésta tuvo que realizar a África para contratar los servicios de un poderoso brujo que le ayudara a mejorar su relación con el presidente y de paso fortalecer su posición en la política mexicana.

Gil comenta:

“(…)Cuando Ernesto Zedillo asumió el poder, uno de sus planes era deshacerse políticamente de la maestra Elba Esther Gordillo, quien desde el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) le había hecho la vida de cuadritos mientras él era el titular de la Secretaría de Educación Pública.
Durante sus primeros años como lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo siempre había maniobrado con éxito en la complicada política nacional, en gran medida gracias al apoyo del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, quien, por intermedio de Manuel Camacho Solís, le proporcionó no sólo la estructura necesaria sino los recursos financieros indispensables para afianzarse en el sindicato donde hoy en día sigue entronizada.
Conforme avanzaba el sexenio de su protector, la maestra comenzó a ver la debilidad de Salinas y, tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, cuando Zedillo fue elegido como candidato sustituto, Elba Esther creyó que la mala fortuna le estaba jugando una trastada. Cuando Zedillo resultó el elegido como presidente de la República, la maestra supo que su suerte estaba echada y que era el momento de hacer algo para contrarrestar los malos designios. Y no era para menos, desde el primer minuto de su gobierno, Zedillo mandó un mensaje claro a la lideresa del SNTE; palabras más, palabras menos, le soltó mediante un allegado: "Es mejor que se vaya del país"”

El atractivo de la historia contada por el periodista de PROCESO, es que parece que la versión oficial corrobora los dichos de quienes acompañaron a la lideresa magisterial a África a buscar los oficios de un calificado brujo para que a través del vudú pudiera tener la posibilidad de perpetuar su poder en la política mexicana.

“(…)Lo que asombró más a los acompañantes de la maestra Gordillo fue que, varias horas después del ritual, recibieron una llamada en el teléfono satelital que habían rentado previamente. "Era de la secretaría particular de la presidencia, quien dijo que el presidente Zedillo quería hablar con la maestra. Según lo que ella misma nos contó después, el presidente le dijo: ‘¡Güerita hermosa! Necesito hablar contigo’. El hechizo de transmisión de poder del león empezaba a funcionar."
El allegado a la maestra comenta que si es difícil creer que existan este tipo de hechos y prácticas entre la clase política, es aún más increíble lo que sucedió a continuación. Cuando Elba Esther Gordillo pagó por el hechizo la cuantiosa suma de 45 mil dólares, la mofa del brujo no se hizo esperar, éste le dijo que el verdadero costo del trabajo sería uno de sus familiares. Poco tiempo después del viaje, uno de los hijos de su hija Maricruz Montelongo, Francisco Fujiwara Montelongo, falleció de manera trágica: mientras jugaba con otros niños en el elevador del departamento en el que vivía, se desnucó al ser aprisionado por las puertas eléctricas. Desde que ocurrió esta tragedia familiar, a los nietos se les alejó de Elba Esther. Francisco era el nieto más querido de Elba Esther Gordillo, su preferido.
Más allá de lo increíble que pueda parecer esta historia, lo cierto es que el poder de la maestra Gordillo no se terminó con el sexenio de Zedillo. A partir de entonces éste aumentó hasta alcanzar niveles cada vez más y más altos, primero con Vicente Fox, cuando hizo amistad con Marta Sahagún y operó desde la Cámara de Diputados las propuestas de reformas constitucionales, y luego con Felipe Calderón, a quien, incluso antes que su partido, el pan, le levantó la mano como ganador de la campaña presidencial de julio de 2006"

Si lo que cuenta Gil Olmos es cierto, estamos hablando del personaje al que el ex presidente de México consideró que le debía el puesto y eso es más terrorífico que la historia del sacrificio del León que le traspasó el poder a la lideresa magisterial.

Segundo entierro. El fraude y las cloacas de la política mexicana

La versión de la historia del cuestionado triunfo electoral de 2006, que Felipe Calderón compró a la lideresa magisterial, se evidencia al haberle otorgado posiciones de poder estratégicas, como el ISSSTE, la LOTENAL y la subsecretaría de educación básica de la SEP.

¿Cuánto vale la silla presidencial? ¿lo suficiente como para empeñar el futuro educativo de millones de mexicanos en aras de obtener el poder?  El periodo electoral de 2006, significó un parteaguas en la forma de hacer política de la lideresa magisterial, pues trató por todos los medios de “negociar” con Andrés Manuel López Obrador. Si el fraude no se hubiera consumado, todos los cotos de poder y prebendas otorgadas al SNTE en aras de conservar “la paz social”, se hubieran esfumado, sin duda.

Tercer entierro. El PRI, el Oscar y los Melquiades Estrada de carne y hueso

Por vez primera en casi 23 años, Elba Esther Gordillo no influyó en modo alguno en el diseño e instrumentación de eso que denominan “Reforma Educativa” y que ya goza de rango constitucional.

El daño a su imagen es evidente y una nueva generación de Melquiades Estrada osa verla como un cadáver político, la señalan con asco y memoria selectiva, como si su curul, carrera y proselitismo político fuera ejemplar.

La historia aconseja prudencia y como dicen el refrán: "esta historia no se acaba… hasta que se acaba"

¿Usted qué opina, estimado lector?

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