Están bibliotecas en el abandono

13/03/2012 Por: Laura Durán lduran@frontera.info

images (69)TIJUANA, Baja California(PH)Crecer o mejorar la infraestructura física no es una opción para las 24 bibliotecas de Tijuana que apenas a estirones han obtenido recursos para reparaciones urgentes, la mayoría generadas por las lluvias y el vandalismo.

Este olvido presupuestal no es un asunto nuevo, viene de administraciones atrás, la mayor parte del recurso de infraestructura de la Secretaría de Educación Pública Municipal (SPM) se encamina a los edificios escolares, indicó la regidora Najla Wehbe Dipp.
La carencia es tanta, aseguró la edil, que ya gestiona contactos con Conaculta para bajar recursos federales que permitan una atención completa y no de urgencia.
Pago de empleados, servicios públicos y otras necesidades de operación sí están contemplados en el presupuesto municipal, pero las reparaciones físicas de gran tamaño se canalizan al área de mantenimiento de edificios públicos, construcción y demolición, donde normalmente la prioridad es atender a las escuelas municipales.
De acuerdo a un reporte situacional, al menos catorce de las 24 bibliotecas municipales de Tijuana padecen problemas relacionados con humedad, ya sea ésta por desperfectos en tuberías, goteras o problemas para impedir el ingreso del agua por puertas y ventanas durante las lluvias.
Otras más reportan que los problemas más graves por los que atraviesan están relacionados con el vandalismo, como es el robo del cableado eléctrico de los inmuebles, lo que les impide funcionar apropiadamente.
Menos de 5 mpd para 2012
La partida que este año es de 4 millones 696 mil 690 pesos debe alcanzar para la realización de dos aulas y, de concretarse, para la edificación de una nueva preparatoria municipal, lo que reduce la cantidad de dinero que puede destinarse a los edificios de bibliotecas.
La regidora titular de la comisión de Educación, Cultura y Bibliotecas del Cabildo de Tijuana dijo que en coordinación con la secretaria de Educación, Juana Laura Pérez Floriano, se busca recanalizar presupuesto de la dependencia.
“Sabemos que las escuelas tienen muchas necesidades pero buscamos que este año se destine una cantidad a bibliotecas… Estamos viendo la posibilidad de hacer recortes en papelería, cosas de menor trascendencia para destinarlo a infraestructura”, abundó Wehbe.
“Estos trabajos que se llevan a cabo año con año, no en todas sino en las que tienen mayor problema, no es suficiente porque vamos poniendo parchecitos a los graves problemas que tienen nuestras bibliotecas”, enfatizó la regidora.
Lluvias, mala temporada
Tras los estragos de las lluvias de meses anteriores, la SEM trabaja en la impermeabilización de los inmuebles, comenzando por los más dañados, pero éste es sólo un paliativo de una larga lista de urgencias que incluyen en algunos casos el cambio de techumbre, muros de contención o colocación de alarmas y vigilancia.
“Muchas de nuestras bibliotecas no tienen alarma y eso hace que no se les invierta más por temor a que sufra robos: Es un círculo vicioso. Esperamos a finales de este mes contar con alarma en todas las bibliotecas, será un buen principio que permitirá mejorar, instalar computadoras y tener Internet”, dijo.
A este panorama se le suman los cambios de administración municipal que cada trienio hacen comenzar de cero el arduo trabajo de los bibliotecarios que con pocos recursos intentan acercar a la comunidad a los libros, salas de cómputo, talleres diversos y en algunos casos, como la Benito Juárez, ubicada junto a Palacio Municipal, servicio para invidentes y débiles visuales.
‘Para muestra un botón’
En un recorrido realizado por Frontera se constataron las carencias de algunas bibliotecas públicas como la Luis Donaldo Colosio, ubicada en Lomas Taurinas, que además de goteras que inundan la sala de cómputo, tiene un daño estructural que ha provocado grietas en el baño y paredes cercanas.
“Cada que llueve se inunda aquí, ya lo reporté y me dicen que se estanca el agua en el techo porque hay una especie de cajón arriba.
Cuando llueve recorro las computadoras”, dijo Laura, la encargada de la biblioteca.
“La fractura ya tiene mucho tiempo, pero se notó más cuando fue el terremoto de Mexicali. Hay cuarteaduras en las paredes y en el piso”. La Ignacio Zaragoza, ubicada en el Parque Teniente Guerrero de la Zona Centro, además de las goteras tiene un daño permanente en el drenaje de los baños y bajones de luz.
“Lo de las goteras tiene años, que yo me acuerde siempre y ya tengo nueve años aquí, lo de la luz es de un año para acá. También los baños necesitan revisarse bien porque tienen fuguitas y huelen muy feo”, dijo Elvira Leyva empleada de la biblioteca en la que se atienden unas 70 personas diarias.
En la biblioteca Francisco Eusebio Kino al agua acumulada por los árboles cercanos, se le suma la polilla de los techos que ya requieren un cambio total, además de la falta de alarma.
“Ya tiene mucho tiempo, por lo menos tres años. Se está contaminando y debilitando la madera, de nada sirve que la impermeabilicen si la polilla. Tal vez por lo pronto para salir del problemas de las lluvias sirve pero no es una solución a largo plazo”, dijo Óscar Josué Becerra, encarado del lugar.
En este inmueble la humedad ya ha dañado unos mil 500 libros que ya no pueden recuperarse debido al nacimiento de hongos pues si se mantienen en la estantería contaminan a otros, esto independiente de las alergias que puede provocar a los usuarios y personal.
“Además de las goteras el problema más grave aquí es la inseguridad y el vandalismo. Quebraron los vidrios de los baños y de oficinas.
“Además se robaron varias máquinas de la sala de cómputo. Ahorita están viniendo a firmar los policías, es un punto de chequeo y ya bajó un poco”, aseguró el encargado.
“A las dos compañeras anteriores a una le robaron su celular y una persona de aquí la estuvo acosando, a la otra le robaron la laptop del carro y también recibió acoso”, señaló.
El problema de vandalismo ha incluso ahuyentado el ánimo y sembrado la desconfianza de los padres para dejar a sus hijos asistir a la biblioteca por lo que en el mes de enero se recibieron sólo 77 visitas, 63 de ellas niños menores de 14 años.
“Hay cierta apatía de la comunidad y no por culpa de bibliotecas o del servicio. Cambian de administración y otra vez a empezar, porque se va la administración y se va todo, ya no hay seguimiento y hay que volver a gestionar.
“Vaya a saber si seguirá el punto de firmas para policías después que acabe ésta”, finalizó Josué Becerra.
En la biblioteca Solidaridad el problema sencillo es el agua que se cuela por el piso al área general de estantería el grave es que las puertas de la biblioteca son utilizadas por los vándalos de la zona que incluso han dejado sobres de mariguana.

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